Originarios de Melbourne, RVG publicaron un LP de debut sensacional, “A Quality Of Mercy”, a principios de 2017 y en el sello Fat Possum. Ocho canciones de encuentro entre el post-punk y un pop de aroma retro, apretado e incisivo, empapado con letras confesionales, una dosis liberal de catarsis abatida y unos estribillos realmente adictivos. Al frente del cuarteto está la cantante y compositora Romy Vager, una hoguera de carisma rockero, siendo el resto de componentes: Reuben Bloxham, guitarra; Siahn Davis, bajo; y Marc Nolte, batería. Sobre la mesa ponen como influencias a defender y no negar a The Psychedelic Furs, The Soft Boys y The Go-Betweens. Y añadimos: fans de The Triffids, atentos también. En 2020 regresaron con su segundo álbum, “Feral”, en el que, desde la disquera Fire Records y con cruda desesperación, disparan dando en la diana diez canciones de pura alquimia: urgencia rock más anarquía punk y más empatía pop. Y este junio ha visto la luz su continuador, el impactante “Brain Worms”, en la misma línea -y también con diez canciones- y grabado en los londinenses Snap Studios con James Trevascus (Nick Cave & Warren Ellis, PJ Harvey).