La música electrónica lleva mucho tiempo mirando más allá del ritmo y la melodía, hacia el espacio como dimensión musical. En los últimos años, el techno cavernoso y a menudo alucinante de Etapp Kyle se ha entrelazado con una obsesión por las cualidades espaciales del sonido. Es un enfoque audiófilo que ha resonado en los sistemas de sonido de los templos y festivales techno más respetados del mundo.

Tras un encuentro casual con Ben Klock durante un viaje a Berlín acabó publicando varios EPs en su sello Klockworks, estableciendo a Etapp como un productor muy técnico con oído para los detalles. Esta reputación se consolidó aún más después de unirse a Ostgut Booking, lanzar su EP para Unter Ton y contribuir a las compilaciones del aniversario de Ostgut Ton. En su EP debut en solitario para Ostgut Ton, Alpha, Etapp ofreció paisajes de ciencia ficción prístinos y exploratorios, evitando definitivamente los clichés del techno intergaláctico. Tanto en sus producciones como en sus DJ sets logra transmitir no sólo la estética sino también la experiencia física del club.

Marina Rubinstein entreteje una estimulante variedad de acid hipnótico, rave y techno de los noventa, con su mente siempre en la pista de baile. Nacida en Rusia y criada en Israel se enamoró del techno y del baile, una especie de meditación. Ahora en Berlín, se ha convertido en una habitual en lugares como //about blank y Berghain, girando por Europa y todo el mundo .

Como es común en los DJs que se iniciaron mezclando indie y electrónica (su nombre artístico es un homenaje al cantautor Daniel Johnston) DJohnston se caracteriza por una gran versatilidad a los platos, que ha desplegado pinchando todo tipo de estilos en muchos eventos y locales de Barcelona e incluso en templos europeos como Sub Club, Rex Club o Fuse. Actualmente, sus residencias en Razzmatazz, que incluyen las sesiones Journeys y las noches Less Than D118CO, siguen dando fe de un eclecticismo a prueba de bombas.